
DOCUMENTO
Teletrabajo y nube 57
La migración a la nube de las empresas
es, hoy en día, un proceso
irreversible. A largo plazo, casi
nadie duda de que es el camino a
tomar por todos los agentes económicos.
Las dudas llegan cuando hablamos
del corto plazo. Hay analistas que dicen que la
adopción del cloud en las compañías no va al
ritmo anunciado, sobre todo la migración a las
grandes plataformas de nube pública de AWS,
Microsoft o Google. Pero a pesar de las dudas,
el camino, como decimos, es irreversible, y más
teniendo en cuenta los efectos sobre los procesos
de negocio que está teniendo la crisis sanitaria
desatada por la Covid-19. En un contexto
en el que casi todas las empresas mantienen a
sus plantillas trabajando desde casa y muchas
actividades han abandonado el ámbito físico y
se han trasladado a la web, sobre todo el comercio,
la nube en sus más diversos sabores (híbrida,
pública o multicloud) tiene todas las de
ganar. Y es que cabe preguntarse cómo habrían
afrontado las empresas esta crisis sanitaria con
serias derivas económicas de no haber contado
con infraestructuras cloud solventes. El colapso,
sugieren algunos, habría sido total.
El nuevo CEO de IBM, el ingeniero Arvind
Krishna, tiene claro que el coronavirus va a impulsar
tanto la migración al cloud como la demanda
de inteligencia artificial. Si hoy solo un
20% de la informática mundial está en la nube,
en el futuro esta cota se superará con creces.
Entre otras cosas porque, según Gartner, hasta
un 40% de los trabajadores de todo el mundo
seguirá en alguna medida operando en remoto
en los meses siguientes a la crisis sanitaria.
IDC, por su parte, también confirma que el
cloud será uno de los pocos beneficiados en el
sector tecnológico tras la pandemia. Esta consultora
asegura que el gasto total en el mundo
en TI caerá hasta un 2,7%. En el ámbito de la
venta de dispositivos como PC, smartphones o
tabletas, esa caída será del 8,8%. Sin embargo,
la otra cara de la moneda será para el hardware
de infraestructura y para la nube, donde las
inversiones previsiblemente crecerán un 5,3%
este año, según IDC.
No es el futuro, es el presente más apremiante
Antes de la crisis sanitaria, un director de tecnología
de uno de los principales bancos de
este país aseguraba: “Hoy nos preguntan por
qué llevamos los procesos a la nube; dentro de
10 años preguntaremos: ¿por qué no lo haces?”.
Esa urgencia que este directivo veía a medio o
largo plazo hoy se ha adelantado y ya está aquí,
en la mente y en los planes de las grandes y
medianas empresas de cualquier sector. También
antes de la crisis sanitaria, la consultora
Quint Wellington Redwood ya aseguraba que
a finales de 2020 el gasto en servicios de nube
de las 100 mayores empresas del país multiplicaría
por seis el desembolso de 2017, pasando
de 280 millones de euros a 1.600 millones de
euros. Sobre el mercado español, IDC también
dijo hace unos meses que el negocio en torno al
cloud crecerá un 17% cada ejercicio hasta 2022,
año en que rondará los 2.800 millones de euros
de volumen. Ahora todo indica que los analistas
tendrán que revisar al alza estas previsiones.
El cloud aporta un coste diluido de las TI a
las empresas, pero sobre todo capacidad para
adaptarse a las circunstancias cambiantes del
mercado o ante emergencias como las que estamos
viviendo. Las compañías pueden reducir
o aumentar la demanda de servicios a golpe de
clic, además de poner en marcha aplicaciones
de forma mucho más ágil.
<< La crisis sanitaria
y el confinamiento
previsiblemente
darán un
empujón al cloud
en todo el mundo.
Sin embargo, las
migraciones deben
hacerse con tiento y
teniendo las ideas
muy claras.
Casi todos los
capítulos de
inversión TI
bajarán este
año, según
IDC, menos la
infraestructura
y el cloud